La dieta mediterránea contra la fragilidad
La fragilidad en el adulto mayor podría disminuir siguiendo la dieta mediterránea, así lo respalda un análisis de estudios publicado recientemente en el JAMA (The Journal of the American Medical Association). Entendiendo siempre por dieta mediterránea: frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, semillas, nueces y aceitunas; así como el consumo moderado de pescado, el aceite de oliva como principal fuente de grasas, bajas cantidades de productos lácteos, pocas carnes rojas y procesadas, y cantidades bajas a moderadas de vino con las comidas.
De sobra son conocidas las propiedades de este modelo nutricional a la hora de combatir las enfermedades cardiovasculares, pero ahora la evidencia va más allá y sugiere que también puede ser valiosa para ayudar a prevenir y tratar la fragilidad en las personas mayores. Grata noticia si tenemos en cuenta que los adultos frágiles son más propensos a sufrir problemas de salud, como caídas, fracturas, discapacidad o demencia.
Además el informe recomienda como mínimo 30 minutos de actividad física moderada a lo largo del día, una breve siesta después de comer y un descanso adecuado por la noche.
Puedes ver leer el estudio integro aquí