La Organización Mundial de la Salud crea un plan de acción global sobre la respuesta de la Salud Pública a la demencia
En 2015, la demencia afectó a 47 millones de personas en todo el mundo (aproximadamente el 5% de la población anciana mundial), una cifra que se prevé aumentará a 75 millones en 2030 y 132 millones en 2050. Convirtiéndose la demencia en una importante causa de discapacidad y dependencia entre adultos mayores, afectando a la memoria, habilidades cognitivas, comportamiento e interfiriendo finalmente en la capacidad de realizar las tareas diarias.
Algunas investigaciones han demostrado la relación entre el desarrollo de deterioro cognitivo y el estilo de vida. Entre los factores de riesgo, la Organización Mundial de la Salud destaca la inactividad física, la obesidad, la diabetes mellitus, las dietas desequilibradas, el consumo de tabaco y alcohol y la hipertensión. Además de otros más específicos como son la depresión, el bajo nivel educativo, el aislamiento social o la inactividad cognitiva.
El "Plan de acción global sobre la respuesta de la Salud Pública a la demencia 2017-2025" del Observatorio Mundial de la demencia supone un importante paso adelante para lograr bienestar físico, mental y social para personas con demencia, sus cuidadores y familias.
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