DÍA DEL CÁNCER 2020
En este año 2020, más de 123.000 adultos mayores van a ser diagnosticados de una enfermedad oncológica en España según las previsiones demográficas de Naciones Unidas. A lo largo de los 365 días del año, pero especialmente con motivo del recordatorio de este Día Mundial, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología aboga por una atención multidisciplinar al adulto mayor y una correcta vertebración de unidades de oncogeriatría que permitan una valoración geriátrica integral y detectar a pacientes prefágiles y frágiles en situaciones de vulnerabilidad reversible. Es importante también recordar la necesidad de evitar los infra diagnósticos motivados por la edad o los tratamientos demasiado tóxicos en ancianos frágiles.
Es necesario que se dé una correcta vertebración de estas unidades, de forma equitativa, en todo el territorio estatal. De ese modo se favorecerá el acceso del adulto mayor con enfermedad oncológica a una atención más centrada en la mejora y, al mismo tiempo, mejorar la eficiencia en la atención del sistema público de salud, afirma Francisco Tarazona, vocal de la Junta Directiva de la SEGG.
En la actualidad, la implantación de las unidades de oncogeriatría, señala, es desigual en el territorio español, a pesar de la eficacia y de la eficiencia demostrada en la atención a estos pacientes, preservando en los mejores niveles óptimos su estado funcional, afectivo y cognitivo y generando importantes ahorros al sistema público al reducir las complicaciones, el uso inapropiado de medicamentos y prevenir importantes síndromes geriátricos como el delirium.
Según María José Molina, miembro del Equipo de Liderazgo de la SEGG, “junto a la problemática de la alta incidencia de cáncer, los ancianos con diagnóstico de cáncer suelen presentar multitud de déficits en distintos dominios de la Valoración Geriátrica Integral (VGI).” El anciano oncológico presenta déficits funcionales, nutricionales, cognitivos, anímicos y de tipo social, síndromes geriátricos, comorbilidades severas y otras condiciones, sobre las que es preciso intervenir para mejorar la tolerancia al tratamiento antitumoral.
“Es muy importante avanzar en la investigación en Oncogeriatría, estimular la creación de ensayos clínicos específicos para ancianos, y alentar al paciente a participar en los mismos.”
“Otro aspecto que preocupa en la atención al anciano con cáncer es el riesgo, por un lado, de que sea infra diagnosticado o infra tratado por el mero hecho de su edad o, por otro, que reciba un tratamiento que le resulte demasiado tóxico.”
Algunos puntos claros de mejora son las campañas de información para la población con programas divulgativos que hagan entender al anciano y a sus familiares cuáles son los signos de alerta para contactar con profesionales; un análisis profundo par redefinir la edad límite de participación de individuos en las campañas de cribado de determinados tumores y la creación de programas específicos de formación en onco geriatría para conseguir la mejor atención a estos pacientes.
La formación de un grupo de trabajo específico para el anciano oncológico dentro de la SEGG y dentro de la SEOM (Sociedad española de oncología médica) y su estrecha colaboración son ejemplo del interés que existe por la mejora en este campo.