A LA ESPERA DE CONFIRMACIÓN PARA UNA TERCERA DOSIS
Un optimismo equivocado ha favorecido en parte el aumento de casos.
Los Mayores necesitarán con toda probabilidad una tercera dosis de Vacuna Covid 19 pero es necesario mantener la prudencia y dejar que los estudios científicos en marcha resuelvan, al menos, tres preguntas: cuándo hay que poner esta tercera dosis (a los seis meses, al año…cada 2 años), qué dosis hay que poner y, si se pueden combinar diferentes tipos de vacunas en el recuerdo.
Hasta ese momento, desde la SEGG, se recomienda esperar a tener resultados científicos que avalen la decisión y seguir las pautas marcadas por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), el Ministerio de Sanidad y las Agencias de Salud Pública autonómicas.
Se hace necesario conocer las ventajas e inconvenientes de las pautas heterólogas. Es decir, las consecuencias sobre la salud de pautar una tercera dosis con vacunas diferentes a las administradas previamente; también es preciso aclarar otras cuestiones como cuánto tiempo debe discurrir entre la pauta de vacunación completa y la administración de la tercera dosis o si esta tercera dosis confiere protección frente a las nuevas mutaciones del virus.
La SEGG considera también prioritaria el suministro de esa tercera dosis, en el caso de ser aprobada por los organismos competentes, a los Mayores que viven en las residencias, en sus domicilios y a sus cuidadores.
En principio, existen dos grupos de personas más vulnerables con características especiales en esta situación. Por un lado, los pacientes inmunodeprimidos que podrían tener menor respuesta humoral y celular a las vacunas y en los que la inmunidad podría ir diluyéndose en el tiempo de forma más rápida; y por otro, las personas mayores que, debido al envejecimiento inmune o inmunosenescencia, podrían verse afectados de manera similar a los anteriores.
Las vacunas que tenemos son menos eficaces frente a la variante delta.
Y esto ha impactado de forma fundamental en las personas mayores con alta carga de enfermedad crónica que, a pesar de estar vacunadas, son muy susceptibles a sufrir complicaciones ante cualquier pequeña agresión, como estamos viendo en esta quinta ola epidémica
Medidas en las residencias
En cuanto a las medidas tomadas por las residencias para evitar que el virus se propague hay que tener en cuenta que hay tres vectores de contagio en las residencias: las salidas, las visitas y los empleados.
Hay que considerar que las medidas desplegadas son distintas en cada comunidad autónoma, pero en general, se han seguido una serie de patrones como el control estricto de temperatura y síntomas de nueva aparición en los residentes para detectar de forma precoz posibles nuevos casos; también se han restringido las visitas al exterior de los residentes y en algunas comunidades autónomas se han prohibido las visitas al exterior de menos de tres días de duración.
Se ha decidido también que cuando se autorizan las visitas al exterior de los residentes se intensifican las medidas de vigilancia al volver a la residencia, se limitan las visitas de familiares.
Es evidente que la vacunación a la práctica totalidad de los residentes y la eficacia de la vacuna ha supuesto un optimismo enorme en el sector residencial. Lo cierto que es que era un mensaje basado en un optimismo precipitado que ha demostrado ser falso. Y probablemente este optimismo ha conducido a una relajación en las medidas de protección necesarias como la sectorización estricta, la utilización correcta de EPIs o la detección precoz de síntomas, etc
La variante delta ha sido la principal causa, pero la relajación ante un optimismo equivocado ha favorecido también el aumento de casos.
Desde luego se hubiese podido reducir el impacto actual si la vacunación de los profesionales hubiese sido del cien por cien, pero no se hubiese podido evitar. No se puede olvidar que las personas vacunadas también pueden transmitir el virus.
No hay que olvidar que las personas vacunadas también pueden transmitir el virus, pero en menor medida. La clave está en no olvidar que el virus existe y las medidas de protección se deben aplicar de forma estricta. No se debe olvidar nunca la responsabilidad de los centros; hay que aplicar de forma rígida las medidas de protección para ganar esta batalla.