“EN ESTE MOMENTO SE UTILIZA UN PALABRO TERRIBLE COMO GRIPALIZAR”
ENTREVISTA RAÚL ORTIZ DE LEJARAZU
El curso “Infección por gripe y vacunación antigripal en el adulto mayor” responde a las dudas sobre una vacunación muy eficaz en prevenir consecuencias graves de esta enfermedad cuya magnitud de mortalidad está “socializada” de manera errónea, según Raúl Ortiz de Lejarazu, coordinador del curso, consejero científico del Centro Nacional de Gripe (Valladolid).
-¿Por qué es importante en este momento este curso que coordina junto con Maria Teresa Vidán?
La gripe es una patología responsable de muertes prevenibles e innecesarias en personas mayores y es causa de dependencia física entre un 10-15% de los hospitalizados por dicha enfermedad. Si a eso sumamos los casos graves en enfermedades crónicas muy prevalentes como la diabetes y la hipertensión se entiende la importancia de aplicar una vez al año una sencilla medida preventiva como la vacuna.
-¿En qué medida está demostrado que la vacunación previene un número importante de infecciones y de complicaciones de la misma?
Al igual que sucede con las vacunas frente a la COVID19, las vacunas de la gripe no son tan eficaces en prevenir la infección como en prevenir las consecuencias graves de la misma. Según los datos del Ministerio la vacuna de gripe en la temporada 2019-2020 evitó un 26% de las hospitalizaciones de gripe, un 40% de sus ingresos en UCI y un 37% de las muertes que sin vacuna se hubieran producido.
-¿Por qué las tasas de vacunación en los mayores no alcanzan el 60% de la población diana?
Es una de las enfermedades en la que la magnitud de su mortalidad está más “socializada” de manera errónea y a menudo desconocida. Las gripes estacionales han matado más personas que todas las guerras mundiales. Frecuentemente se utiliza el término de gripe para designar algo leve y pasajero.
A menudo se banaliza la gravedad de la infección gripal. En estos momentos de la pandemia Covid, con la variante Ómicron en su apogeo, se usa un palabro terrible como es “gripalizar”, confundiendo deseo con realidad, estacionalización y prevención anual con lo que sucede en la mayoría de virus respiratorios. La gripe es una enfermedad epidémica antigua con un historial de pandemias devastadoras pero que han sido de menor impacto a lo largo del siglo XX y XXI.
Eso hace que muchos médicos no la recomienden e insistan como parte de su tarea asistencial a sus pacientes. Hoy se sabe que la recomendación del facultativo o de Enfermería son los mejores estímulos para la vacunación.
-¿El curso está pensado también para dirigirse directamente a la vacunación del personal sanitario?
Por supuesto, entender las implicaciones y consecuencias de la gripe sobre ictus, infarto y la vacunación de gripe como una medida dentro de un estilo saludable de vida, debe fomentar su uso por el personal sanitario sujeto a mayor estrés que otras personas. La vacunación de gripe anual ha demostrado su efectividad en rangos similares a otras medidas clásicas para la prevención del infarto (Estatinas, dejar de fumar, antihipertensivos, etc)
Además del estrés la convivencia estrecha de los sanitarios facilita la transmisión y los brotes hospitalarios que complican aun más el ejercicio asistencial.
-¿A qué se enfrentan en este momento dada la situación de Covid? ¿Se entremezclan las dos infecciones? ¿La campaña es muy distinta este año por la pandemia?
A un trabajo extenuante, agotador y reiterativo, la gripe puede complicar más ese panorama, contribuyendo a prolongar la situación de sobrecarga. Espero que no sea así porque en las dos temporadas precedentes se ha incrementado significativamente la vacunación gripal.
Los picos de las epidemias de virus respiratorios no suelen coincidir, pero sí coinciden cuando una de ellas comienza a descender y la otra inicia su ascenso. La campaña ha sido muy distinta este año por la pandemia no solo en su ejecución física, sino en desajustes sobre cantidad y previsión de dosis que han impedido incrementar más los porcentajes de cobertura.
Confío en que todos los colegas cambien su visión sobre las infecciones epidémicas respiratorias y aprovechen la existencia de medidas preventivas para algunas de ellas, en beneficio de sus pacientes y su consulta.