OTROS COMITÉS DE BIOÉTICA MENOS CONOCIDOS
SALOMÉ MARTÍN. COORDINADORA DEL GT ÉTICA Y LEGISLACIÓN DE LA SEGG
En los recursos sociosanitarios trabajamos cuidando, apoyando, posibilitando, empoderando, acompañando en el proceso vital hasta que éste acaba. A lo largo de todo ese proceso aparecen conflictos de valores continuamente, como El derecho a la intimidad, a la información, la autonomía, los cuidados al final de la vida, el trato adecuado, etc. por poner ejemplos sencillos. Además, es un sector al que afectan muchos cambios legislativos a los que es preciso adaptarse como la Ley 8/2021 de 2 Junio que modifica el criterio de incapacidad de las personas mayores y de otros colectivos, ya que desaparece el concepto de incapaz, así como desaparecen las tutelas.
Estos comités no son los que existen en hospitales, aunque su función es la misma: asesorar en momentos de problemas éticos, es decir de enfrentamiento entre los valores de las personas o instituciones implicadas. El lenguaje es importante, por eso prefiero denominarlos Comités de ética sociosanitarios (CES). Su objetivo es formar y asesorar sobre los problemas bioéticos que aparecen en el entorno de residencias para personas mayores y alrededor de los cuidados para personas en situación de vulnerabilidad por edad, por situación de discapacidad o por su entorno social.
Hace más de una década que comenzaron en alguna empresa, en servicios sociales de ayuntamientos y en el sector religioso. Aunque inicialmente había cinco o seis en el sector, la sociedad ha ido avanzado y actualmente hay algunos CES con el funcionamiento reglado según la normativa de la comunidad autónoma, un poco a veces en el limbo, sin tener claro el sistema de autorización en toda la geografía y la mayoría de las veces con escaso apoyo de la administración. Lo cierto es que no están generalizados y la tendencia es a equipararnos con los Comités de ética de los hospitales en cuanto a composición y estatutos, sin tener en cuenta las peculiaridades del sector y sus necesidades.
El sector sociosanitario es un sector vocacional con riesgo de sobreimplicación o de fatiga por compasión, donde el personal sanitario no es el único que participa en el proceso de cuidados y en el que hay multidisciplinariedad y dificultad para contar con personal especializado en derecho, por ello la composición de los Comités necesita ser más flexible, con muchos más perfiles profesionales participantes como sociólogos, terapeutas, educadores sociales, enfermeros, animadores socioculturales, auxiliares o gerocultores, por enumerar algunos de ellos. Pocas veces la posibilidad de muerte de la persona es uno de los resultados posibles, con mayor frecuencia es su bienestar, su felicidad, su calidad de vida, y otros temas igualmente importantes.
Una ventaja de los CES es que pueden conocer el resultado de la utilización, o no, de la asesoría, no solo en ese momento, sino también a largo plazo, ya que la mayoría de las personas a las que apoya, están un período de tiempo prolongado en el centro, lo que es muy gratificante ya que permite recibir como se sienten todos los implicados tras la superación del problema y saber si ha mejorado su bienestar y satisfacción con la vida.
Los problemas con los que se encuentran y que remiten los profesionales son en líneas generales sobre sospecha de trato inadecuado, idoneidad o no del tutor (ahora figura prácticamente desaparecida por el cambio legislativo), dudas respecto a adecuación de los cuidados, sobreimplicación del profesional, uso de contenciones físicas, etc.
Quizá un aspecto a destacar es que en los casos de profesionales que no cuentan con un equipo multidisciplinar para realizar su trabajo, como ocurre con el servicio de ayuda a domicilio, es más infrecuente la detección de los problemas, por lo que el objetivo del Comité es hacer foco en estos perfiles, en su mayoría trabajadores sociales, para generar un espacio de deliberación específico.
Claramente la labor de estos Comités es útil, acompañando a muchos equipos y profesionales y ayudan en la forma de ver los problemas, aceptar otras opiniones y escuchar otros puntos de vista. Participar en un CES es gratificante, a veces duro cuando el problema es complicado y doloroso. Aún así animo a los profesionales del sector sociosanitario a participar u organizar Comités y espacios de deliberación, a formarse en ética y a descubrir que hay muchas personas que necesitan apoyo en su labor profesional y que nos piden que contestemos a esta pregunta:
¿Podemos hacer las cosas mejor?