DÍA DE LOS ABUELOS 2023
El Día de los Abuelos es un complemento al día del Padre y de la Madre. Fue la ONG Mensajeros de la Paz quien promovió esta festividad en 1998. También contamos con el día de las personas mayores que promueve la ONU y que tiene lugar el 1 de octubre.
Ser abuelo o abuela no nos pasa a todas las personas; es una condición que se adquiere al tener descendencia que, a su vez, la tiene o también al ser abuelo adoptivo que no es exactamente una persona descendiente nuestra, pero ejerce ese tipo de vínculo. Y es que es un día para reflexionar sobre el vínculo, sobre los derechos de los y las abuelos, sobre su papel y espacio en la familia.
El vínculo que hace que alguien sea abuelo viene dado por el cuidado: son importantes para el crecimiento, la educación, el desarrollo del apego más allá de los padres y tienen la función de ser transmisores de la historia y la cultura familiar, lo que resulta gratificante para los nietos y contribuye a conformar su identidad personal y familiar. En resumen, transmiten el acervo familiar porque son quienes, por experiencia, transmiten las raíces de la familia.
Sobre los derechos: Podemos reflexionar sobre los derechos y obligaciones de los abuelos.
¿Tienen obligaciones? En primer lugar, entendemos que los y las abuelas tienen derechos constitucionales. En la protección de los menores se contempla que, salvo causa justificada, no se puede impedir la relación de los menores con sus hermanos ,abuelos u otros parientes y allegados, por la propia protección del menor.
En cuanto a las obligaciones, muchas veces cuando se deja a un menor al cuidado de los abuelos y la demanda puede ser excesiva: que si se les pide que se encarguen de dietas muy específicas, que recojan a los nietos y las nietas a cierta hora en distintos puntos de la ciudad, que si les pide que ayude a practicar el inglés o que les duchen y duerman a determinada hora… El cuidado debe ser consensuado y acordado entre padres y abuelos y, antes de imponerse, debe llegarse a un acuerdo para conseguir mantener las normas desarrolladas en casa sin ser asfixiantes con los abuelos. Quizás se puedan hacer más flexibles los días de actividad, facilitar los alimentos ya preparados en tuppers o al menos los ingredientes y tener en cuenta que con los años nos puede costar más trasladarnos de una punta de la ciudad a otra . También buscar, en caso de necesitar su apoyo, ser menos exigente o encontrar y promover para esos días aquellas actividades y gustos compartidos en lugar de forzar a actividades que les resulten incómodas a una o a ambas partes.
¿Qué pasa cuando nos hacemos mayores?
Si cuando éramos pequeños nos educaron para mantener el vínculo, la relación fue buena y la hemos trabajado es probable que sigamos buscando ese vínculo e incluso lo valoremos mucho más que en momentos de la infancia, sobre todo porque hemos aprendido el amor incondicional que puede haber desde los y las abuelas, o en casos de abuelos no tan afectivos el valor familiar que representan.
¿Como nietos y nietas tenemos obligaciones? El cuidado mutuo entre familiares es un acuerdo que, cuando hablamos de menores, queda muy claro incluso a nivel legal, pero cuando hablamos de las personas mayores parece que estas líneas se disuelven. La responsabilidad se diluye por las presiones del trabajo, por la distancia o por la propia familia que hemos desarrollado y que también solicita nuestra atención y cuidados. No obstante, ese vínculo con los abuelos puede ser un factor protector para la identidad y unión familiar. Como generaciones descendientes de estas personas mayores ya sean abuelos o no, deberíamos tener la responsabilidad de velar por su bienestar promoviendo su autonomía y ayudando a la toma de decisiones, por ejemplo, en cuanto a donde quieren vivir, facilitando las ayudas y apoyos para que puedan permanecer en casa si así lo desean durante el mayor tiempo posible. Y cuando la preferencia o la necesidad es un recurso residencial, abogar por aquellos centros que dan buen trato desde modelos como la atención integral y centrada en la persona que pone a la persona en el centro de las intervenciones haciéndola participe de las decisiones para que el plan de vida continue e incluso se amplie en su estancia en residencia. Sin duda, tener la experiencia de ser abuela o abuelo es un lujo que no todas las personas tenemos igual que ocurre desde la perspectiva de nietos. La mejora en la esperanza y calidad de vida irá invirtiendo esta situación y pronto, en algunos años, veremos aumentada esta situación de ser abuelos y nietos.
Grupo de Envejecimiento de la SEGG.