“LA IA ES UNA REVOLUCIÓN Y DEBEMOS INTEGRARLA EN LA PRÁCTICA HABITUAL”
FRANCISCO JAVIER PEROMINGO
Francisco Javier Peromingo dedicará su intervención en el 64 Congreso SEGG a contagiar la necesidad de integrar la Inteligencia Artificial en la práctica geriátrica habitual. Es una revolución en la que la geriatría no puede quedarse al margen.
- En el próximo congreso de la SEGG participa en la Sesión Plenaria sobre Envejecimiento y tecnología: reto y alianza estratégica. Concretamente abordará el tema Uso de la Inteligencia Artificial en Geriatría. ¿Cuál es el principal mensaje que quiere transmitir?
El principal mensaje que deseo transmitir en la Sesión Plenaria sobre Envejecimiento y tecnología es que estamos viviendo una auté. Es una auténtica revolución y que la geriatría no puede quedarse al margen. Debemos comenzar a integrar la Inteligencia Artificial (IA) en la práctica geriátrica habitual. La IA no es sólo una herramienta de futuro sino una aliada del presente que puede mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes mayores. Su potencial para analizar grandes volúmenes de datos puede proporcionar insights valiosos en la comprensión del envejecimiento y en la identificación de intervenciones personalizadas que pueden retrasar sus efectos.
- Hace ya tiempo que se estudia por qué envejecemos y cómo retrasar ese proceso. ¿Qué puede aportar la inteligencia artificial para retrasar el envejecimiento?
En cuanto a la contribución de la IA para retrasar el envejecimiento, ésta radica en su capacidad para procesar y analizar grandes conjuntos de datos biomédicos, identificar patrones y predecir la progresión de enfermedades relacionadas con la edad. La IA puede ayudar a descubrir biomarcadores de longevidad y diseñar estrategias preventivas que promuevan un envejecimiento saludable. Para dar datos más concretos, recientemente se publicaba un artículo que mostraba el uso de la inteligencia artificial para realizar evaluación no invasiva de la edad biológica. El uso de un modelo multimodal transformador de imágenes de la cara, la lengua y la retina con inteligencia artificial se mostraba superior a los modelos de predicción de la edad biológica más complejos y tradicionales (metilación del DNA, los relojes de envejecimiento del transcriptoma…)
-¿Puede actuar sobre factores genéticos?
Respecto a la actuación sobre factores genéticos, aunque la IA por sí misma no puede modificar el genoma, puede ser fundamental en la genómica predictiva. Algoritmos avanzados de IA pueden analizar secuencias genéticas para identificar variaciones asociadas con enfermedades relacionadas con la edad, lo que podría conducir a intervenciones más tempranas y precisas.
-¿Puede ayudar a personalizar la medicina, los tratamientos?
La personalización de la medicina es uno de los campos más prometedores de aplicación de la IA. Con la capacidad de analizar datos a una escala y profundidad sin precedentes, la IA puede facilitar tratamientos altamente personalizados basados en la genética individual, los factores ambientales y el estilo de vida de cada paciente.
-¿En qué momento nos encontramos en cuanto a su aplicación en geriatría?
En cuanto al estado actual de aplicación de la IA en geriatría, estamos en una etapa incipiente pero prometedora. Se están desarrollando y probando diversas aplicaciones, desde diagnósticos asistidos por IA hasta sistemas de monitorización remota y robots de asistencia personal. De la misma manera que en 2024 los asistentes de IA van a convertirse en habituales en la práctica médica es previsible que puedan suponer una solución a problemas actuales como la brecha digital o la soledad no deseada.
-¿Va a ayudar a vivir mejor, además de vivir más?
La IA tiene el potencial de no sólo prolongar la vida sino de mejorar la calidad de la misma. Puede facilitar una vejez más independiente y activa mediante el apoyo a la movilidad, la comunicación y la prestación de cuidados personalizados. Esto, a su vez, puede mejorar el bienestar emocional y social de los mayores.
-¿Y en la gestión?
En la gestión sanitaria, la IA puede optimizar la asignación de recursos, prever demandas de servicios y mejorar la eficiencia operativa. Esto es crucial en la gestión de la atención a la dependencia, donde los recursos son a menudo limitados y la demanda está creciendo.
-Felicidades por el Premio AMADE, Asociación Madrileña de Atención a la Dependencia. Como experto en este tema ¿Cuál es la valoración de las necesidades actuales?
Es un premio que me ha hecho especial ilusión porque me lo han concedido profesionales a los que admiro y de los que he aprendido mucho durante la pandemia. Sobre las necesidades actuales en materia de dependencia creo que van a exigir a corto plazo una transformación, no solo del sector, sino principalmente de la sociedad definiendo el modelo de cuidado que queremos tener y que podemos prestar. Estas necesidades exigen una visión holística que combine tecnología, humanización de la atención y políticas sostenibles que garanticen el bienestar y la dignidad de este colectivo. La IA es un componente esencial en esta visión, ofreciendo soluciones innovadoras para los desafíos actuales y futuros en el ámbito sociosanitario.