Generatividad frente a edadismo: prolegómenos 2

En el número anterior presentamos a nuestro grupo enfatizando nuestro deseo de envejecer activamente en el seno de la sociedad y mantener una actividad periódica en la Gaceta, algo que nos permite darnos visibilidad como grupo además de cubrir alguno de nuestros objetivos, concretamente hacer público y divulgar, con los medios disponible en la sociedad, el conocimiento adquirido y generado.

El pequeño articulo versará sobre diversos temas de actualidad o que deriven de algún hito científico... o simplemente que nos parezca de interés, de los nuevos retos que se presentan en nuestro entorno, tales como la prevención de la dependencia, el fenómeno del edadismo, la soledad, las brechas de género o las tecnológicas, y un largo etcétera. Las cuestiones relacionadas con el entorno económico y laboral, la empleabilidad sostenible, la economía plateada y las brechas territoriales o las pensiones, también el plano jurídico, los documentos de voluntades anticipadas, los derechos de las personas mayores, sin olvidar la intergeneracionalidad o el reto de la participación en la gobernanza como elemento de sustentación de una sociedad equitativa para todas las edades.

Pero evidentemente, nos hemos propuesto opinar siempre como seniors por experiencia y por edad, dando a lo expresado ese matiz que nos diferencia de otros grupos y teniendo en cuenta que somos personas de distintas disciplinas: medicina, especializada en geriatría o no, sociología, psicología, trabajo social, enfermería… de larga trayectoria profesional, de 12 provincias diferentes y de edad variable entre 61 y 84 años, 58% hombres. Un grupo diverso, compuesto por individuos singulares.

Y aquí empiezan a surgir fantasmas, temores materializados en algunas preguntas que no tienen fácil respuesta.

La primera es ¿Hasta qué punto nuestra formación y experiencia nos sitúa en una posición libre de los prejuicios habituales en relación con la edad? cuestión general que puede materializarse en las siguientes:

• ¿Es el envejecimiento ajeno a nosotros?
• ¿Seguimos viendo a las personas mayores como los otros?
• ¿Cuánto de lo estudiado, aprendido, enseñado o aconsejado, hemos puesto en práctica?
• ¿Creemos que la generatividad es posible a nuestra edad?
• ¿Somos conscientes de que sufrimos discriminación por edad?
• ¿Somos edadistas con los demás?
• ¿Lo somos con nosotros?
• ¿Cuáles son nuestros tiempos?
• ¿Qué hay del lenguaje?
• ¿Seguiremos apropiándonos de “nuestros mayores”?

Como parte de la sociedad en la que vivimos, es fácil entender que no somos ajenos al fenómeno del edadismo y, al igual que somos capaces de discriminar por edad, también somos capaces de autoexcluirnos de determinadas actividades o explicarnos carencias o dolencias por la edad.

Intentando evitar nuestros propios prejuicios, nos atreveremos a opinar, de aquello que señalamos en nuestra memoria constitutiva, esperando que se nos perdone si caemos en un edadismo involuntario.