Trío anti-ictus: más ejercicio, menos sal y alcohol y control de la hipertensión.
Esta patología se produce de forma más frecuente en mayores de 65 años y a partir de los 55, cada diez años, se duplican las posibilidades de sufrirlo, independientemente de las cifras de presión arterial, colesterol o diabetes.
Algunos factores de riesgo de ictus, como la edad, el sexo, la raza, el bajo peso al nacer o la herencia genética no son modificables, pero sí está en nuestra mano hacer más ejercicio, consumir menos sal y alcohol y tener controladas nuestras cifras de la tensión arterial.