La Organización Mundial de la Salud ha expuesto esta recomendación con el objetivo de que desciendan los casos de accidentes cerebrovasculares, ya que presentar unos niveles elevados de sodio y bajos de potasio aumenta el riesgo de padecer hipertensión, uno de sus principales factores de riesgo. La cantidad adecuada de consumo sería de cinco gramos de sal (dos mil miligramos de sodio), y al menos 3.500 miligramos de potasio al día.
Para que resulte más fácil seguir esta recomendación hay que recordar que el sodio se encuentra naturalmente en la leche, la nata y en los huevos; así como en alimentos procesados como el pan, los embutidos, las salsas y los caldos preparados. Por su parte, el potasio se obtiene del consumo de alubias, guisantes, frutos secos, verduras como la espinaca y la col, y de frutas como los plátanos y las papayas.