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El 20% de las personas diagnosticadas de celiaquía tienen más de 60 años
Así lo ha expuesto lo Federación de Asociaciones de Celíacos de España haciendo hincapié que el 75 por ciento de los casos detectados en adultos son mujeres.
La enfermedad celíaca es una intolerancia permanente al gluten, una glucoproteína que se encuentra en cereales de consumo tan habituales como el trigo, la cebada, el centeno, y probablemente la avena, entre otros. Pues según indica la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) el 20 por ciento de los casos que se diagnostican de este problema son personas mayores de 60 años. Entre el grupo de adultos destaca que el 75 por ciento de los diagnósticos se realiza en mujeres, a pesar de que suelen presentar una sintomatología menos llamativa. Como explica Marta Teruel, gerente de FACE, “La celiaquía es la enfermedad crónica intestinal más frecuente en España, aunque actualmente solamente el 10 por ciento de los celíacos están diagnosticados. El único tratamiento del que disponen los celíacos es llevar una alimentación exenta de gluten durante toda la vida, de esta manera podrán conseguir una normalización clínica y funcional de la enfermedad sin llegar a desarrollar otras dolencias”. Es posible que el hecho de que muchos casos no se detecten sea lo que conlleve que los diagnósticos se hagan a edades más avanzadas.
Diferente sintomatología
Quien padece celiaquía son personas genéticamente predispuestas que experimentan una reacción inflamatoria, de base inmune, ante la ingesta de gluten en la mucosa del intestino delgado, lo que dificulta la absorción de macro y micronutrientes. Como consecuencia las vellosidades intestinales de los celíacos desaparecen, los alimentos no se absorben y aparecen lesiones inflamatorias. Los síntomas varían dependiendo del tipo de celiaquía que se padezca. Si hablamos de la sintomática, las consecuencias son muy diversas, pero todos los pacientes muestran una serología, histología y test genético compatibles con la celiaquía. En el caso de la subclínica no hay síntomas ni signos, pero sí son positivas el resto de las pruebas diagnósticas. La de tipo latente se relaciona con pacientes que se encuentran en un momento en el que el consumo de gluten no les produce ningún problema, pero pueden llegar a afectarles la ingesta con el tiempo. Por último se encuentra la potencial donde se encuentran las personas que nunca han presentado una biopsia compatible con la enfermedad celíaca pero, del mismo modo que los grupos anteriores, poseen una predisposición genética. Esta variedad es la que dificulta el diagnóstico en un importante número de casos.
La enfermedad celíaca es una intolerancia permanente al gluten, una glucoproteína que se encuentra en cereales de consumo tan habituales como el trigo, la cebada, el centeno, y probablemente la avena, entre otros. Pues según indica la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) el 20 por ciento de los casos que se diagnostican de este problema son personas mayores de 60 años. Entre el grupo de adultos destaca que el 75 por ciento de los diagnósticos se realiza en mujeres, a pesar de que suelen presentar una sintomatología menos llamativa. Como explica Marta Teruel, gerente de FACE, “La celiaquía es la enfermedad crónica intestinal más frecuente en España, aunque actualmente solamente el 10 por ciento de los celíacos están diagnosticados. El único tratamiento del que disponen los celíacos es llevar una alimentación exenta de gluten durante toda la vida, de esta manera podrán conseguir una normalización clínica y funcional de la enfermedad sin llegar a desarrollar otras dolencias”. Es posible que el hecho de que muchos casos no se detecten sea lo que conlleve que los diagnósticos se hagan a edades más avanzadas.
Diferente sintomatología
Quien padece celiaquía son personas genéticamente predispuestas que experimentan una reacción inflamatoria, de base inmune, ante la ingesta de gluten en la mucosa del intestino delgado, lo que dificulta la absorción de macro y micronutrientes. Como consecuencia las vellosidades intestinales de los celíacos desaparecen, los alimentos no se absorben y aparecen lesiones inflamatorias. Los síntomas varían dependiendo del tipo de celiaquía que se padezca. Si hablamos de la sintomática, las consecuencias son muy diversas, pero todos los pacientes muestran una serología, histología y test genético compatibles con la celiaquía. En el caso de la subclínica no hay síntomas ni signos, pero sí son positivas el resto de las pruebas diagnósticas. La de tipo latente se relaciona con pacientes que se encuentran en un momento en el que el consumo de gluten no les produce ningún problema, pero pueden llegar a afectarles la ingesta con el tiempo. Por último se encuentra la potencial donde se encuentran las personas que nunca han presentado una biopsia compatible con la enfermedad celíaca pero, del mismo modo que los grupos anteriores, poseen una predisposición genética. Esta variedad es la que dificulta el diagnóstico en un importante número de casos.
