Universidades de mayores: Nunca es tarde para volver a clase
Estudios enfocados a ti
Para ello existen las Aulas de Mayores o Universidad de Mayores, en las que aquellos mayores de 55 años (de 50 años en algunas facultades) pueden acceder a un servicio público educativo similar al de cualquier joven estudiante, con docentes preparados para dar clases a estas personas ya maduras, con el fin de que puedan entender mejor los cambios que están transformando el mundo que les rodea. Una oportunidad única para expandir la mente, vivir nuevas experiencias y alcanzar la satisfacción personal de, como dirían sus hijos y nietos, "estar en la onda", y conocer cómo evoluciona la propia sociedad, su cultura, su economía o sus nuevas formas de ocio, de lenguaje o de comunicación.Al mismo tiempo, estos adultos tienen la posibilidad de conocer a otros individuos de similar edad con los que compartir inquietudes comunes, intercambiar libros, emprender debates y tertulias incluso más allá del horario escolar. Sea cual sea tu edad, te animamos a retomar los libros y ampliar tus conocimientos. Nunca es tarde para aprender.
Otros aprendizajes
En general, cuando se habla de actividades a realizar por las personas mayores, se suele hacer referencia siempre al ejercicio físico, la ejercitación de la memoria, la intercomunicación personal… Lo que es menos común es encontrarnos referencias a funciones creativas en las que la persona puede, o bien mostrar su destreza, o bien investigar un nuevo mundo. Escribir, pintar, esculpir o coser son ejercicios con muchos beneficios de por sí. La realización de tareas creativas y que despierten el interés de los mayores ayuda a evitar ciertos trastornos psicológicos, como fobias (especialmente la fobia social) o ansiedad generalizada.Una de las ventajas de las actividades creativas es la posibilidad de realizarlas de forma individual o en grupo, donde poder conocer a otros mayores y entablar nuevas amistades a partir de aficiones comunes. Esa interacción con otras personas y la posibilidad, después, de involucrarse uno mismo en su desarrollo son esenciales para mantener vivo el interés y las ganas de seguir adelante de las personas mayores. Cuantas menos barreras existan para dar rienda suelta a la expresividad, mayores serán los beneficios mentales.