82 años. Nació en Bucarest, Rumanía, reside en Madrid.
El carácter internacional de Mady proviene de sus ancestros. De madre francesa y padre rumano, Mady ha ido recorriendo Europa desde los dieciséis años. Ha residido en Rumanía, Francia, Suiza, Inglaterra y Alemania, hasta que a los 19 años, en un viaje de estudios a España, se enamoró y se estableció aquí.Una mujer inquieta, simétrica y excepcional, poco convencional. Contrajo matrimonio un año después de conocer a su marido. Durante su tercer embarazo decidió retomar sus estudios como nexo a la libertad. Después de residir una larga temporada en Burgos, solicitó destino en Madrid y se mudó a la capital con sus tres hijos. Poco tiempo después la seguiría su marido.Amante de las lenguas, estudió licenciatura de inglés y francés, un máster de traducción y doctorado. Conocedora de cinco idiomas, dice dominar tres.Su experiencia profesional siempre ha estado ligada a la docencia, de maestra de instituto a profesora de Universidad como catedrática de inglés. Hoy en día continúa dando clases en el Instituto Universitario de Lenguas Modernas y Traductores de la Universidad Complutense de Madrid. Se plantea dejar de trabajar este año porque su visión se debilita y es fundamental para su ocupación. Dice que lo más que echará de menos será el contacto con la gente joven.Vive sola en un precioso piso del centro. Fumadora incorregible y bebedora de buen whisky. Disfruta de su gran terraza y de leer en su butaca preferida. Su ocio se dispersa entre su pasión por la música y la lectura, los paseos –con descansos para degustar cervezas y tapas–, su amor por las telas y la costura, el cine en VO., las vacaciones visitando a amigos y ser la mejor anfitriona de Madrid. Siempre rodeada de amigas y amigos de todo el mundo y de todas las edades. La amistad es un importante valor en su vida, su gran apoyo en los momentos más duros. “Tener amigos no tiene precio”.