Las reacciones adversas a medicamentos se producen porque la mayoría de los fármacos no han sido adecuadamente estudiados en mayores
- La polimedicación es un hecho frecuente en los mayores; el 97 por ciento de las personas mayores ingresadas en un hospital están polimedicadas.
- La polimedicación puede provocar caídas, bajadas de tensión, confusión mental, falta de fuerzas o empeoramiento de alguna enfermedad que antes se encontraba estable.
- Hasta el 35 por ciento de las personas mayores que viven en sus domicilios y toman fármacos sufren alguno de los anteriores problemas.
- Estos problemas, más conocidos como reacciones adversas a medicamentos, podrían evitarse estudiando adecuadamente el comportamiento de los fármacos en personas mayores.
Las enfermedades crónicas se van acumulando a lo largo de la vida y es frecuente que, cuando una persona se hace mayor, tenga que tomar varios medicamentos para controlarlas, lo que se conoce como polimedicación (tomar cinco o más fármacos al día). La polimedicación favorece la aparición de problemas relacionados con los fármacos, reacciones adversas, interacciones, etcétera, que en última instancia dificultan el cumplimiento del tratamiento, disminuyen su efectividad, con el resultado no deseado de aumentar el número de consultas e ingresos hospitalarios por acontecimientos adversos asociados fármacos. Este hecho se produce, según se ha expuesto hoy en el 54 Congreso Nacional de Geriatría y Gerontología (SEGG) y 24 Congreso de la Sociedade Galega de Xerontoloxía y Xeriatría, celebrado estos días en Santiago de Compostela, porque los fármacos no son estudiados correctamente en personas mayores.
Según ha declarado el doctor Alfonso Cruz Jentoft, geriatra del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid y moderador de la mesa, “es preciso mejorar la calidad de la prescripción de fármacos en las personas mayores. Un fármaco se considera apropiado cuando presenta una evidencia clara que apoya su uso en una indicación determinada, es bien tolerado en la mayoría de los pacientes y es coste-efectivo”.
El problema de la prescripción
En el Congreso, el Dr. López Picazo, médico de atención primaria de Murcia, ha revisado los problemas que surgen a la hora de detectar las intervenciones farmacológicas en las personas mayores que toman múltiples fármacos. Estas interacciones son especialmente complejas en personas que toman un gran numero de medicamentos.
Recientemente, se están desarrollando en Europa herramientas para detectar las prescripciones que pueden ser inapropiadas, entre las que destacan los criterios STOPP-START, promovidos por las Sociedades Europeas de Geriatría. El objetivo es mejorar la prescripción y evitar el daño que pueden hacer los medicamentos cuando se usan mal. El Dr. García Gollarte, del grupo Ballesol en Valencia, ha presentado datos sobre el uso de estos criterios para mejorar la calidad de la prescripcion en un grupo especialmente frágil y complejo: las personas mayores que viven en residencias. La Dra. Delgado, farmacéutica del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, ha mostrado como estos criterios, usados en el seno de una atención farmacéutica integrada con la atención geriátrica, son también eficaces en personas mayores hospitalizadas.
Para el doctor Cruz Jentoft, otro de los problemas que provocan que los ancianos sufran reacciones adversas a medicamentos es que no se realiza un buen cumplimiento de los mismos, “la complejidad de los regímenes terapéuticos hace que sólo el 30 por ciento de los pacientes recuerden las instrucciones del médico y el cumplimiento terapéutico se sitúe en torno al 40 por ciento”.
El doctor insta a que los mayores que toman un gran numero de medicamentos acudan a su geriatra para reducir el riesgo de padecer reacciones adversas, “se sabe desde hace tiempo que la atención por un geriatra reduce el riesgo de sufrir reacciones adversas. El geriatra, gracias a su visión integral y holística del paciente, es capaz de coordinar, conciliar e incluso reducir la medicación, haciendo una prescripción más segura para el paciente”.
“Además, la prescripción adecuada en los mayores debe tener en cuenta la esperanza de vida individual del paciente y promover el uso de fármacos con relación beneficio/riesgo favorable”, recuerda.
Un problema de grandes dimensiones
La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, SEGG, recuerda que el riesgo de sufrir reacciones adversas a los medicamentos aumenta con la edad, como consecuencia de los cambios relacionados con el envejecimiento, la suma de enfermedades y discapacidades y otras razones.
Las reacciones adversas graves a medicamentos son un problema frecuente, pero desconocido. “Se estima que hasta el 35 por ciento de las personas mayores que viven en sus domicilios y toman fármacos sufren alguna reacción adversa, y uno de cada tres ingresos en los hospitales de las personas mayores de 65 años se deben, al menos en parte, a reacciones o efectos adversos de medicamentos”, según explica el doctor Cruz Jentoft.
Las reacciones adversas tienen un 5 por ciento de posibilidades de aparecer cuando se consume un solo fármaco y casi el cien por cien de posibilidades de aparecer cuando se toman más de diez.
Consejos de la SEGG para reducir los riesgos de sufrir reacciones adversas
¿Qué pueden hacer las personas mayores y sus familias para reducir estos riesgo?, pues básicamente se trata de tomar medidas de sentido común:
- Usar los fármacos que se le prescriban siguiendo cuidadosamente las instrucciones que se le han dado.
- No usar medicamentos ni preparados de herbolarios por su cuenta.
- Preguntar al médico o al farmacéutico cuando existan dudas sobre cómo usarlos.
- Advertir de inmediato de cualquier cambio en la salud que pueda estar relacionado con los fármacos.
EL CONGRESO
El 54 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Geriatría (SEGG) junto con el 24 Congreso de la Sociedade Galega de Xerontoloxía y Xeriatría reúne a más de 1.000 especialistas del ámbito geriátrico y gerontológico durante los días 6, 7 y 8 de junio en el Palacio de Congresos de Santiago de Compostela.
El lema elegido para el Congreso, “Caminando hacia un nuevo envejecimiento”, pretende analizar, proponer y desarrollar medidas y soluciones adecuadas a las demandas y necesidades de la nueva situación de envejecimiento, ya que en el año 2050, la población mayor de 65 años en España superará los 15 millones de personas (el 32 por ciento de la población)