Justificación del Grupo de Trabajo “Osteoporosis, Caídas y Fracturas”
La caída se define como la consecuencia de cualquier acontecimiento que precipita al individuo al suelo, contra su voluntad. Las caídas son un marcador de fragilidad en los ancianos, constituyen un síndrome geriátrico muy prevalente y suponen un problema importante de salud pública. Se calcula que en el año 2020 el costo que generarán será de unos 30.000 millones de euros.
El riesgo de caídas y de caídas de repetición aumenta con la edad. Aproximadamente el 30 % de las personas de 65 años o más, independientes y autónomas, pueden caer una vez por año; este porcentaje se incrementa hasta el 50 % en los mayores de 80 años. El fenómeno predomina en el sexo femenino en una relación 2.7:1 en las personas de 60 a 65 años, pero tiende a igualarse por sexos conforme se incrementa la edad. Son la primera causa de muerte accidental en mayores de 65 años y constituyen el 75 % de las muertes accidentales en mayores de 75 años. Asimismo conviene destacar que dos terceras partes de los pacientes que se caen sufrirán una nueva caída en los siguientes seis meses.
El anciano no suele dar importancia a este evento a menos que le cause dolor o limitación para sus actividades, por lo que existe un subregistro importante del mismo. La edad no sólo se ha asociado con el incremento en el número de caídas, también con el número y gravedad de las lesiones; de los adultos mayores que sufren alguna caída, sólo 10 a 20 % resulta con algún daño serio, y el número que requerirá atención médica como resultado directo de la misma es de 14 a 19 por cada 1000. El tipo de lesión suele ser muy diverso, desde lesiones superficiales, contusión simple, equimosis, laceración superficial o profunda, luxación, fracturas; hasta aquellas que ponen en peligro la vida.
Se ha informado una gran variedad de factores asociados con la presencia de caídas en este grupo de población. Denominamos factores intrínsecos a los cambios y trastornos relacionados con el envejecimiento normal o patológico que afectan a las funciones implicadas en mantener el equilibrio, tienen especial importancia las alteraciones visuales, vestibulares y propioceptivas, así como las derivadas del sistema musculoesquelético (pérdida de fuerza muscular y osteoartrosis). Asimismo las enfermedades cardiovasculares y fármacos que pueden provocar hipotensión ortostática son conocidos como causantes de caídas. Los factores extrínsecos son los factores ambientales que acompañan a la caída que en general actúan como coadyuvante o agravante de los factores intrínsecos antes descritos y se pueden describir en relación con el domicilio, en la calle. La conjunción de dos o más de estos factores está fuertemente asociada con la posibilidad de este evento.
Las fracturas constituyen la complicación clínica mas importante de la osteoporosis y dentro de ellas, la fractura de cadera es la fractura potencialmente más grave, por su elevada mortalidad, morbilidad e impacto sociosanitario. Entre el 20 y el 25% de las camas de los Servicios de Traumatología de los hospitales españoles están ocupadas por pacientes que han sufrido una fractura osteoporótica. Sólo en personas mayores de 70 años, se contabilizan entre 63.000 y 65.000 fracturas de cadera al año en nuestro país. A ellas todavía hay que añadir las fracturas vertebrales, cuya incidencia es tres veces superior a las fracturas de cadera, así como las 275 fracturas humerales y las 250 fracturas de radio que se producen al año por cada 1.000 habitantes.
El 80% de los pacientes que reciben el alta tras una fractura osteoporótica no recibe ninguna recomendación que le ayude a prevenir la aparición de una nueva fractura. Los expertos aconsejan la implantación de Unidades de Ortogeriatría en los hospitales para mejorar la asistencia hospitalaria que se presta a los pacientes ingresados en los centros sanitarios. En los próximos años, debido al progresivo envejecimiento de la población, se estima que estas cifras continúen aumentando en lo que ya es un problema de salud pública de primer orden.
Es importante por tanto actuar desde raíz del problema, y dado que el binomio osteoporosis-caídas subyace en prácticamente todos los casos de fractura en la población anciana, es labor de nuestro grupo de trabajo profundizar y consensuar en pro de conseguir un adecuado manejo diagnóstico y terapéutico de nuestro pacientes.